
Acostados sobre la arena observabamos el cielo y las estrellas. Apunte con mi dedo el espacio y dije: "esa es una de las Osas...no sé si la mayor o la menor...". Tu solo me dijiste: "Mira, allá va una estrella fugaz"... Te pregunte: "No es un satelite?"... No tiene Luces rojas -Me respondiste-.
Solo nos mantuvimos en silencio... solo eramos los dos... nadie más. Solos, rodeados por las luces de la cuidad... Ojalá hubiese sido eterno.